Otra derrota para sumar al historial y que, además de posicionar a Lanús en el último lugar de la clasificación del torneo, lo condena a mirar de reojo la tabla de promedios.
Además de no sumar puntos, el club se ve perjudicado deportivamente, por lo que el hincha, el socio y todas las personas que hacen a Lanús, están afectadas sentimentalmente. Ya no se trata de técnicos y jugadores, si no que la gente está enfrentada con la dirigencia. El equipo no pudo sacar ventaja a pesar de todas las búsquedas en el partido y Kudelka no tuvo el mejor debut como técnico en La Fortaleza.
¿Es la dirigencia lo que está afectando al equipo?
Lanús se enfrentó frente al tiburón por la fecha 11 de la Liga Profesional, en La Fortaleza y Frank Kudelka mantuvo el sistema 4-3-3 pero con algunos cambios tras la vuelta de José Sand, la expulsión de Julián Aude y la apuesta del técnico por Iván Cazal. Antes del comienzo del partido, ya se veía un clima tenso en el estadio; los hinchas no rescataron nada bueno en ningún tipo de formación elegida (aunque esto se refiere más a la acumulación de bronca y reclamos para con el club) y, aunque con un poco de esperanza, ya estaban a la espera de otra derrota más. Sin embargo, la defensa por los colores está más allá de todo y tanto los espectadores como los jugadores, comenzaron a notar injusticias dentro del partido que parecieron perjudicar a Lanús intencionalmente. Es al comienzo del partido cuando el VAR ya era visitado por el árbitro por una posible tarjeta roja a Diego Braghieri que, para suerte del equipo, finalmente no fue cobrada (el granate viene de sufrir expulsiones en los últimos partidos).
Lanús prefería el juego por derecha, donde se encontraba Cazal y parecía estar cerca del gol. Franco Orozco tuvo situaciones claras pero su rendimiento un poco más bajo que partidos anteriores, no le alcanzó para abrir el marcador. El equipo tuvo ocasiones de gol sin conversión, y desde las tribunas la temperatura comenzaba a subir; se repetía la misma historia de siempre: la búsqueda, los tiros al arco, conexión suficiente entre jugadores para tener ventaja, pero sin lograr ganar.
Lanús estuvo más rápido en las transiciones que en otros partidos, pero Aldosivi comenzaba a llegar y le costaba estar seguro y fuerte. Los socios ya presentaban enojo con algunos jugadores, aunque el problema real venga de más arriba, y las canciones que se escuchaban desde la platea eran a modo de queja. Sand y el Laucha, los mayores referentes dentro del equipo, son muy conscientes de esta situación y siguen dando su mejor rendimiento para poder salir del pésimo presente del club.
En el segundo tiempo, las cosas estaban bastante parejas; el Grana mantenía el mismo nivel, pero el tiburón se hacía un poco más fuerte. El DT no realizó cambios en el comienzo del complemento y mantuvo las cosas igual. Lamentablemente, a los 7 minutos de esta segunda parte, en un juego aéreo, Iván Cazal choca la cabeza con el jugador Ián Escobar, quien recibe el impacto justo en la sien. Ambos equipos se desesperaron debido a que el jugador de Aldosivi no reaccionaba. Se pidió asistencia médica urgente y a la ambulancia presente en la cancha. Sin embargo, dos jugadores del conjunto granate tuvieron que derribar los carteles publicitarios para que la camioneta pueda entrar al campo de juego; esta tuvo que ingresar marcha atrás y demoró mucho su llegada. El club parece no estar preparado para estas cuestiones, lo cual es de muchísimo peligro. Los hinchas y socios que presenciaron la situación, demostraron más enojo y sumaron a la lista otro error dirigencial grave que posiciona a Lanús como un club no preparado para cuestiones básicas de emergencia, que debería tener todo equipo que se encuentre en primera división. El clima en el estadio empeoró y la gente sumó otra contra más para con el manejo dirigencial.
Luego de conocerse el estado de salud del jugador de Aldosivi, trasladado al hospital (llegó en condiciones y reaccionó), el partido fue reanudado, después de 15 minutos de demora. Kudelka realizó los cambios correspondientes luego del accidente, ingresando el jugador Samuel Careaga. Lanús ya estaba muy débil defensivamente y le costaba salir del área rival; tres remates de gol de Aldosivi fueron salvados por el arquero Monetti.
Otra presencia del VAR en el partido debido a un posible penal a Laucha Acosta, que lamentablemente no fue cobrado. Se generaron discusiones entre los jugadores y muchos reclamos por la perjudicación constante que sentían los jugadores granates. Los hinchas, que se ilusionaron por el supuesto penal, otra vez bajaron las esperanzas y veían venir la derrota para el final del partido, ya que el tiburón generaba muchos intentos. Tal presentimiento fue cierto, y el “Tanque” Silva (ex jugador del grana) fue quien convirtió el gol y cumplió con la ley del ex. Ya el equipo estaba golpeado y parecía no haber forma de remontar la situación, sumando que el rival estuvo muy cerca de hacer el segundo gol en los últimos minutos. El partido finalizó, otra vez, sin un triunfo granate.
El Pepe, más allá de su lógico bajo rendimiento en los últimos partidos y de su ausencia por lesión, fue junto al Laucha los que generaron muchas situaciones, controlaron la pelota y jugaron con el sentimiento por la camiseta. El club y sus errores internos son la raíz del problema que le genera debilidad e inseguridad al equipo, más allá de los jugadores nuevos y jóvenes que deben de seguir acomodándose y rendir en mejor nivel. Esta derrota no hizo más que alejar a Lanús de estar en mejores chances y acrecentó la furia de los hinchas, quienes se enfrentaron con los mandatarios, luego de finalizado el partido.
Lanús es afectado por las confrontaciones y el equipo perdió en la pelea por el último puesto. Kudelka deberá buscar la manera de remontar la situación, ya que la última esperanza del hincha está puesta en él.
Nota de: Morena Benitez Morello
Periodista, cronista, destacada redactora exclusiva Mega Lanus.
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