Lanús pudo sumar de a tres como visitante después de casi un año y fue el motor de alegría de todos los hinchas para el comienzo de semana. De la mano de uno de sus más grandes ídolos, Lautaro Acosta, el plantel festejó en el Florencio Sola y le respondieron a la hinchada del Taladro con cánticos. Importantísimo triunfo para salir adelante y para que José Sand se despida de su último clásico como jugador profesional.
El Laucha Acosta jugó un gran partido que se lo debe a toda la experiencia y jerarquía que recolectó durante todos estos años como jugador de Lanús, gracias a todos los títulos que ha ganado en el club y a todos los clásicos jugados frente a Banfield. El titular y capitán del equipo fue colaborador en los espacios clave y en todos los lugares de la cancha; con mucha entrega y sentimiento, Acosta dijo presente en el clásico, sabiendo todo lo que se jugaba el equipo en este partido y lo que necesita ganar; además, fue el primero en tener la chance de gol con un remate al arco de lejos en el primer minuto del encuentro.
El clásico del sur empezó con mucha intensidad de parte de ambos equipos, pero Lanús se estaba haciendo un poco más fuerte aprovechando los puntos débiles de Banfield y la fortaleza que tiene en pelota parada, gracias al excelente remate de Luciano Boggio. Allí se encontraba el Laucha para dar una mano o para aprovechar los rebotes y seguir teniendo la posesión de la pelota. En el primer gol del Grana, Acosta se encontraba posicionado un poco atrás en el lado izquierdo para dar seguridad en algún posible desvío de pelota; Yonathan Cabral es quien llega desde atrás (muy parecido al gol de Matías Pérez en el triunfo frente a Arsenal) y abre el marcador cuando el partido ya estaba en tiempo adicional del primer tiempo. Todo el banco de suplentes salió a festejar la ventaja, que ya daba una previa de lo que se venía en la segunda parte: juego intenso y con mucha tensión.
El segundo tiempo comenzó con demora tras los disturbios ocasionados en la popular, desde donde arrojaron los palos de los banderines al arquero Granate y complicaron el inicio del tiempo complementario. Esto condujo al enojo del técnico de Banfield, Claudio Vivas, y demostró su molestia hacia los hinchas en conferencia de prensa.
El DT del local eligió la formación 4-4-2 y, debido a los espacios que genera la amplitud de este esquema, el equipo de Kudelka los supo aprovechar para jugar por el medio y encontrar más puntos de debilidad del rival, llegando más rápido al arco para conseguir el gol o posibilidades de tiro libre. Laucha acercaba la pelota al área rival en las jugadas abiertas con piques largos y con el control de la pelota, donde los jugadores del Taladro le cometieron varias faltas para poder cortarlo. Sin embargo, la defensa del local fue muy distraída en varias ocasiones dejando libre el camino para jugadores que van por el medio, como por ejemplo Tomás Belmonte, quien tuvo la posibilidad de gol en el segundo tiempo.
Ya en los últimos 25 minutos, el partido se puso muy tenso debido a la cantidad de amonestados que habían (trece en total; el partido con más amonestados del torneo) y por los reclamos de los jugadores de Banfield al árbitro Merlos, tras la tarjeta roja que no le sacó a Franco Troyansky correspondida por segunda amarilla (jugada discutida); además, el Taladro se quedó con diez jugadores minutos después y por ende, cualquier inconveniente leve generaba revuelo tanto dentro del campo de juego como en las tribunas. Laucha Acosta era el primero en meterse a hablar con el árbitro y discutir las jugadas complicadas, muy metido en el partido y con el objetivo de ganarlo.
Lanús comenzó a perder efectividad en los pases y a desequilibrarse en la defensa, desventaja que Banfield notó con rapidez y aprovechó para acercarse mucho al área de Fernando Monetti, quien defendió su arco con excelentes intervenciones, demostrando su años de experiencia en los partidos de esta magnitud (el arquero festejó el triunfo especialmente con Lautaro, compañeros en Lanús de hace muchos años).
Sin embargo, Banfield también perdía la pelota ya que estaba apurado y debía sacarla con rapidez en situaciones de peligro, dando pases sin campo visual que le permitieron a Lanús dos situaciones de gol claras como la de Brian Blando y la de Franco Orozco (con excelente asistencia de Tomás Belmonte, quien recibió el pase erróneo del jugador rival) que terminó en el 2-0 para el Granate. Orozco ingresó al campo de juego por Troyanski; tiempo después entró el ídolo Pepe Sand que se dio el gusto de jugar los últimos minutos de su último clásico en la cancha de Banfield, ya que su retiro como jugador profesional es este mismo año y será un suceso muy emotivo en Lanús.
Como suele sucederle al equipo de Kudelka, los jugadores comenzaron a perder fuerza y a tirarse atrás dándole posibilidades de ataque rápido y posesión del balón al Taladro; de esta manera, el equipo local convirtió el 1-2 para descontar tras un remate de Chávez, girando y ganando la custodia de solo dos jugadores del Grana (la defensa es una debilidad notable en muchos partidos de Lanús), a tan solo dos minutos de diferencia del gol de Orozco. Allí se encontraba Acosta colaborando en la defensa con muy pocos hombres en el área. No alcanzaba su ayuda, debido a que no suele habitar esas zonas regularmente, para evitar el descuento de Chávez. La irregularidad defensiva de Lanús le estaba dando casi toda la posesión del balón y la posibilidad a de poder empatar el partido (e incluso ganarlo en los últimos minutos) a Banfield.
El tiro libre bajo del equipo local era el gol del empate, pero Monetti tuvo una actuación importantísima y destacada (elegida la jugada del partido) y salvó al Granate que poco a poco estaba perdiendo fortaleza.
La pelea que se provocó en el final del encuentro entre Belmonte y Chávez, forzó la detención del partido cuando ya se habían adicionado minutos, debido a la intervención de casi todos los jugadores que acrecentaron los inconvenientes. Esta suspensión del encuentro le dio mucha desventaja al local por la cantidad de tiempo perdido y desaprovechado, sabiendo que estaban siendo derrotados en un partido muy importante.
Una vez reanudado el juego, pasados unos minutos, Merlos pitó el silbato y el banco de la visita explotó para ir a festejar junto a sus compañeros este triunfo tan importante para Lanús que pudo moverse del último puesto en la tabla de posiciones después de mucho tiempo; también para Kudelka, que seguirá en el club dirigiendo al equipo.
Este es el definitivo motor de arranque que tanto los jugadores como el DT no deben desaprovechar para mejorar en la tabla de promedios cara al 2023 y por sobre todo, para darle la merecida despedida al «inoxidable» Pepe Sand este fin de año.
Lanús se quedó con el clásico del sur después de mucho tiempo.
La historia de Banfield 1 vs Lanús 2:
Nota de: Morena Benitez Morello
Periodista, cronista, destacada redactora exclusiva Mega Lanús .
Subdirectora general Mega Lanús.
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