Lanús cayó ante River en un partido escandaloso y repleto de polémicas; una fiesta que culminó a piedrazos y botellazos

El márgen era perfecto. La hinchada local recibió cálidamente a Lanús, con bombas de estruendo, cánticos y aplausos; el contexto describió a una fiesta del fútbol argentino, pero la misma se vio arruinada. Los protagonistas no fueron los veintidós jugadores dentro del terreno de juego, sino el árbitro junto con el VAR; una vez más, la tecnología opacó el deporte. ¿Qué tan bien está siendo usada?
No hubo un claro dominador del encuentro, pero si de posesión de la pelota. River, en pleno proceso de adaptación a su nuevo DT -Demichelis- volvió a tener un partido horrible, futbolísticamente hablando. Aunque esta pasión se gana por goles, y no por intentos; más allá de todos los intentos del conjunto local, la respuesta siempre era la misma: ¡GRAN TAPADA DE ARMANI!, el arquero millonario y campeón del mundo.
Sin embargo, no todas las tapó el 1 del club de Núñez. Luego de varios ataques granates, River, en su primera llegada clara, logró anotar con Paradela como responsable. ¿Hubo falta? La respuesta fue no. Del primer tiempo no hay mucha explicación para dar, fue un golpe de suerte para los de Demichelis, que se retiraron de la cancha para el entretiempo con un gol a favor en el marcador.
“Son unos cagones”, expresó Frank Kudelka, enojado y entre gritos para ganarse la tarjeta roja -razón por la cual no fue él quien asistió a la conferencia de prensa. De hacerlo, la institución sería multada económicamente-. Aproximadamente en el minuto quince de juego, con un cabezazo de Cristian Lema, Lanús igualó el encuentro, pero el Darío Herrera junto con el VAR lo anularon por “intervención de José Canale”, quien estaba en offside. Demoraron entre seis y siete minutos. ¿Qué no se observó? Un débil roce en el defensor adelantado, lo que hubiera debatido más fácilmente la decisión final.
El partido debió continuar, pero el clima ya estaba tenso. Empujones, entradas fuertes, Armani haciendo tiempo; lo único que permitió alegría para el local fue la entrada al estadio. Una hinchada que aplaudió y cantó por el Pepe Sand, al minuto nueve del primer tiempo, a raíz de que no está siendo convocado por el DT; una queja abismal para quien supo darle muchas alegrías al club.
Retomando al ambiente cálido, de furia, todo no quedó ahí. Un error en la defensa condujo al segundo tanto de River, con otra floja respuesta por parte del guardameta granate, Lautaro Morales; en esta ocasión, amplió la ventaja el Vikingo Beltrán. Entre errores y aciertos, una jugada clave, de protesta, pero esta vez más que correcta. Lanús anotó otro gol que no fue convalidado por posición adelantada, aunque en esta todo se observó con más claridad, pero la bronca ya estaba instalada.
Casi sin merecerlo, porque no jugó bien, pero en el fútbol se gana por goles, el Millonario pudo haber ganado por 3 a 0, pero la ocasión se desperdició en una jugada de gol que era más para meterla, que errarla. “En el fútbol mandan los resultados; se ganó, se vio. Nos llevamos tres puntos importantísimos”, declaró Demichelis, en conferencia de prensa.
Por el lado del Grana, Nicolás Chietino fue quien habló y a regañadientes. Con escasas palabras por la bronca del momento, prefirió “no voy hablar del árbitro”; actitud contraria que tomaron Cristian Lema y el Laucha Acosta: “En Lincoln saben que Herrera es hincha de River”. Se picó todo. La salida fue catastrófica, Enzo Díaz -central y lateral del conjunto visitante- recibió un botellazo, al igual que el árbitro del encuentro; además, el micro del Millo fue despedido a piedrazos.
La seguridad montó un escenario para que las máximas autoridades salgan de la cancha, pero igualmente fueron agredidas. Más de diez minutos fue el tiempo que se tardó junto a los jugadores riverplatenses para salir del campo de juego. Por los insultos y agresiones, la probabilidad indica que la institución de Lanús será multada. ¿Económicamente o futbolísticamente? ¿Será solamente una cifra millonaria o se prohibirá el público? ¿Qué pasará con Herrera? ¿Lo sancionarán? La verdad es que de eso aún no se sabe nada. Con esta derrota por 2 a 0, en condición de local, ante River, el Granate sumó su segunda caída consecutiva y buscará recuperarse ante Belgrano, el próximo sábado desde las 21.30, en Córdoba. El Millonario, por otra parte, enfrentará a Racing de Córdoba por Copa Argentina -el miércoles, desde las 21.10 en Santiago del Estero- y luego recibirá al Tomba mendocino, el domingo, a las 19.15, por la séptima jornada de la Primera División.

Nota de: Iara Gomez
Periodista, cronista, destacada redactora exclusiva Mega Lanús.
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Fuente imagen: Mega Lanús; Iara Gomez