El Granate cayó por 1 a 0 ante Cuiabá y la tranquilidad de estar clasificado hace que lo afronte de una manera pasiva

No importa quien posee más la pelota si no remata al arco, en el fútbol se gana por goles y no por posesión. Más allá de eso, tener el balón es importante para conseguir situaciones claras de juego y muchas veces la puntería no es la deseada, como le ocurrió a Lanús en esta tarde noche de martes.

El conjunto local, dirigido por el Ruso Zielinski, salió a la cancha con un emblemático Lucas Acosta -quien en el mercado de pases de julio partirá rumbo a Sarmiento de Junín en un préstamo que dejó mucho que desear entre el plantel de zona sur-. Las conexiones y las líneas siempre prolijas debieron tener una desconcentración y el tanto rival un día llegó.

Apenas unos minutos del segundo tiempo le bastó al equipo brasileño para ponerse en ventaja, con gol de Isidro Pitta. Con este triunfo de Cuiabá quedó segundo de grupo, con 12 puntos, y deberá disputar un repechaje ante un club proveniente de la Copa Libertadores; Lanús, por su parte, ya estaba clasificado desde la fecha anterior y los octavos de final le esperan.

Antes del parate por la Copa América, el Granate tendrá una próxima parada en Santa Fe ante Rosario Central, el próximo domingo desde las 18 horas. Cuiabá recibirá en casa a Internacional de Porto Alegre, quien viene de perder ante Belgrano y quien aún no está clasificado a la próxima instancia de la Libertadores restando dos fechas por jugarse.

Nota redactada por Iara Gomez, periodista exclusiva de Mega Lanús

igomez@megalanus.com.ar

Gentileza: Club Atlético Lanús

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